Ante los constantes ataques qué están sufriendo mis colegas en Ecuador y México no puedo hacer más que apoyarlos y en estas sencillas palabras manifestarles que no están solos!
MANIFIESTO POR LA DIGNIDAD VETERINARIA: NI UN VETERINARIO MENOS por Carlos A. Bastidas C
Nosotros, médicos veterinarios, alzamos la voz. No por ego, no por orgullo, sino por justicia. Porque hemos sido señalados, insultados y calumniados por aquellos que, paradójicamente, deberían caminar a nuestro lado en la lucha por el bienestar animal.
Nosotros, que dejamos nuestros hogares para atender una urgencia en la madrugada.
Nosotros, que contenemos las lágrimas mientras sostenemos la pata temblorosa de un paciente que no logró vencer la batalla.
Nosotros, que dormimos con el peso de cada vida que se nos va y nos despertamos con la esperanza de salvar la siguiente.
No más ataques injustos
No lo negamos: existen animalistas extraordinarios, de los que se juegan la vida en cada rescate, de los que gastan su sueldo, su tiempo y su alma en ayudar. A ellos, nuestro respeto y gratitud eterna. Pero también existen aquellos que han encontrado en la calumnia un negocio, que usan el sufrimiento animal como una moneda para alimentar sus egos y bolsillos.
Nos duele que, por unos cuantos, se nos ponga a todos en la misma bolsa. Que se nos juzgue sin pruebas. Que se nos acuse de ser verdugos cuando somos, en realidad, la última esperanza de los inocentes.
Ni un veterinario menos
Ningún veterinario en sus cinco sentidos se levanta cada mañana con el deseo de hacer daño. Ninguno de nosotros prometió otra cosa que no fuera cuidar, aliviar y, cuando la vida ya no es posible, despedir con dignidad.
Pero mientras nosotros sostenemos la línea del frente contra el sufrimiento animal, algunos prefieren arrojarnos piedras. Nos exponen en redes sin fundamento, nos acusan de crímenes que jamás hemos cometido, nos llevan al borde del colapso emocional y económico.
Nos hemos convertido en blancos fáciles de la ira colectiva, mientras los verdaderos culpables—el abandono, la irresponsabilidad, la negligencia—siguen sueltos.
Exigimos respeto y justicia
Basta de linchamientos mediáticos.
Basta de juicios sin pruebas.
Basta de discursos de odio disfrazados de amor por los animales.
Exigimos que se reconozca nuestra labor, que se nos valore como aliados y no como enemigos. Porque al final del día, el bienestar animal no es solo nuestra causa: debería ser de todos.
Que este manifiesto llegue a cada veterinario que alguna vez fue atacado injustamente.
A cada colega que ha sentido miedo de hacer su trabajo por temor a represalias.
A cada alma noble que ha sido convertida en villano por una historia mal contada.
Nosotros no buscamos aplausos ni reconocimiento. Solo queremos ejercer nuestra profesión con la dignidad que merecemos.
Por el respeto a nuestra vocación. Por el amor real a los animales. Por la verdad.
NI UN VETERINARIO MENOS.
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