Más que una Clínica: Consejos para una Veterinaria Rentable, Eficiente, Armoniosa y con un Equipo Feliz
"Más que una Clínica: Consejos para una Veterinaria Rentable, Eficiente, Armoniosa y con un Equipo Feliz"
Por Carlos Arturo Bastidas Collantes
Si algo he aprendido en todos estos años, es que montar una clínica veterinaria no es solo un proyecto económico ni una aventura profesional. Es una forma de vida, un sueño con bata blanca, sangre caliente de vocación, alma de servicio y un corazón que late al ritmo de cada paciente que entra por la puerta. Pero convertir ese sueño en una clínica rentable, eficiente, armoniosa y con un equipo feliz no es magia: es trabajo duro, sabiduría compartida y decisiones tomadas con el alma y la cabeza.
Aquí les dejo, sin secretos ni adornos, algunos consejos que me ha costado años aprender, pero que hoy entrego con la esperanza de que sirvan a quienes empiezan o a quienes necesitan reencontrar el rumbo.
1. La rentabilidad empieza con la conciencia, no con la caja registradora
Muchos creen que ser rentable es sinónimo de cobrar más. Error. La rentabilidad nace de entender el valor real de nuestros servicios y gestionarlos con lógica empresarial sin perder el corazón. Saber cuánto cuesta tu tiempo, tu talento y tu conocimiento es vital. No regales tu trabajo, pero tampoco caigas en el abuso disfrazado de “lujo médico”. Un balance justo entre calidad, precios razonables y comunicación transparente fideliza más que cualquier campaña de marketing. Esto si nos ha sacado canas verdes aprender pero gracias a la Dra.Pamela Tapia este camino desde hace un tiempo atrás se ha hecho muy llevadero, aprendan a delegar funciones a quien este más capacitado, Pamela es la administradora y nos ha hecho cambiar la percepción de la s cosas.
2. La eficiencia no se improvisa: se diseña y se pule cada día
Una clínica eficiente no es la que atiende más pacientes, sino la que lo hace mejor. Para lograrlo, cada proceso debe tener un propósito, cada área una función clara, y cada miembro del equipo debe saber exactamente qué se espera de él. Establecer protocolos, usar tecnología con sentido, invertir en una buena historia clínica digital y delegar con inteligencia son claves que ahorran tiempo, evitan errores y elevan el nivel del servicio.
3. La armonía no es un regalo del destino, es una decisión diaria
Una clínica con buena vibra se construye desde la cultura organizacional. La armonía no se basa en que todos sean amigos, sino en que todos se respeten, se comuniquen con claridad y trabajen con propósito común. Yo creo en las reuniones sinceras, en los espacios para respirar, en los días en que se dice “gracias” y también en los días en que se pide perdón. La armonía nace cuando el líder se baja del pedestal y se convierte en ejemplo. NUNCA COMAS SOLO, comparte con todos!
4. El equipo feliz es el motor silencioso del éxito
Sin un equipo motivado, empático y orgulloso de su labor, ninguna clínica prospera a largo plazo. Pagar bien es importante, sí, pero no basta. La gente necesita sentirse valorada, crecer, aprender, ser escuchada y saber que lo que hace importa. Capacitar al equipo, celebrar logros (aunque sean pequeños), dar retroalimentación constructiva y fomentar el sentido de pertenencia puede transformar la dinámica de trabajo por completo.
5. No temas enseñar: el conocimiento que se comparte, se multiplica
Muchos veterinarios temen que al formar a su equipo, luego los dejen. Pero peor es no enseñar nada y que se queden. Aprendí eso de grandes amigos y maestros como el Doctor Jorge Mosquera y Alberto Hernández, y hoy lo inculcó en los médicos de mi equipo, hoy por hoy mi gran amigo y médico de CABC el doctor Joe Melchiade es formador de nuevas generaciones de veterinarios, y él lo inculca a los nuevos médicos tambien, es una cadena de favores y amor por la docencia y sobre todo de la profesión. He aprendido que cuando educas desde el corazón, incluso los que se van se convierten en embajadores de tu visión. Además, el conocimiento compartido eleva el estándar de la clínica y construye algo más valioso que una marca: una reputación.
6. Sé humano, antes que jefe
He cometido errores. He tenido días grises. He perdido pacientes y también hemos tenido salida de personal. Pero jamás he dejado de ser humano. Y eso, creo, es lo que más agradece un equipo. No somos superhéroes. Somos veterinarios, con ojeras, con pasiones, con límites. Y cuando los que trabajan contigo ven que tú también lloras, te equivocas, ríes y luchas... se conectan de verdad. Porque liderar es también ser vulnerable.
7. Celebra tu propósito: no olvides por qué empezaste
Cuando la carga sea mucha, cuando sientas que las cuentas no cuadran o que el estrés te arrastra, respira. Recuerda al niño o niña que soñó con salvar animales, al estudiante que lloró de emoción al salvar su primer paciente, al profesional que se levantó después de cada caída. La clínica es un negocio, sí, pero también es un templo del compromiso, del amor y de la ciencia. Nunca pierdas esa llama.
No soy gurú, ni coach, ni iluminado. Soy Carlos Arturo Bastidas Collantes: veterinario, soñador, esposo, padre, profesor, director de una clínica que late cada día con esfuerzo, pasión y humanidad. Lo que comparto aquí no es una fórmula mágica, sino pedacitos de vida. Si algo de esto te sirve, úsalo. Si algo de esto te inspira, abrázalo. Y si algún día tienes tu propia clínica, te deseo de corazón que sea rentable, eficiente, armoniosa y llena de gente feliz… como debe ser
Con mucho cariño y admiración a todos los que han formado parte de la familia CABC !
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